EL RELOJ VITAL
El Reloj Vital o la Progresión de la Edad es una muy poderosa y muy simple técnica de gran utilidad; porque se trata de un excelente indicador de cuáles son los temas de mayor relevancia en el momento actual de una persona. Este método permite hacer un seguimiento detallado de los procesos de desarrollo por lo que pasamos a lo largo de la vida.
La progresión de la edad, desarrollada por Bruno Huber, es una mecánica del tiempo, que está dentro del horóscopo – un tipo de reloj personal – por medio del cual podemos reconocer donde estamos en un momento determinado, que podemos hacer en el momento presente, que tipo de problemática nos afecta, y que nos sucederá, no tanto en término de acontecimientos sino como procesos de evolución psicológica en el transcurso cíclico de nuestra vida.
Acceso a nuestro Reloj Vital
Utilizamos la carta natal basada en el sistema de casas de Koch (solicita tu mapa enviándome un mail a mi dirección). Otro sistema de casas no entrega los mismos buenos resultados según la investigación realizada por su autor, y poniéndolo en el contexto del método Huber, el sistema de casas de Koch permite realizar un acucioso y preciso análisis psicológico de la persona.
El método Huber considera la carta natal como modelo de nuestra estructura psíquica interior, y como si fuera un rompecabezas, diferencia cinco niveles: el centro del horóscopo que representa la esencia más íntima del ser humano, a continuación la estructura de aspectos simbolizando su motivación básica, los planetas como órganos o funciones psicológicas, los signos zodiacales como la herencia genética y finalmente el sistema de casas que representa el medio ambiente o el comportamiento aprendido.
Este reloj vital se pone en marcha en el Ascendente, es decir en el momento del nacimiento, y recorre las casas en dirección contraria a las agujas de un reloj demorando 6 años en cada área de la vida y por lo tanto dando la vuelta entera en 72 años.
La Progresión de la Edad (PE) puede verse como el movimiento del foco de la conciencia a través del tiempo, de manera que en cada casa podemos observar la actitud interna y externa de la persona en relación al tema psicológico de la casa en cuestión lo que fácilmente puede traducirse por la edad (psicológica) de la persona.
Por ejemplo a los 12 años de edad, un niño o niña ya ha pasado por las casas 1 y 2 y está entrando en la casa 3, que es la casa de los aprendizajes donde estará hasta que cumpla 18. La época de la pubertad hace crecer a la persona muy rápidamente en todos los sentidos, y empieza a querer ser más independiente, “mandarse solo” y pertenecer al grupo de sus pares fuera de la casa paterna.
Para interpretar como se manifiesta este tiempo de aprendizajes en el adolescente dueño de la carta natal, observamos el signo zodiacal en el que se encuentra, el tamaño de la casa y si contiene o no planetas. Si el chico tiene 12 o 13 años está recién iniciando el proceso y se encuentra completamente inmerso en éste, mientras que si tiene 17 años está terminando su periodo de formación básica y con ganas de iniciar la próxima fase que lo conduce a su mayoría de edad, por lo cual puede sentir que ya “debería” ser tratado como adulto y puede tener dificultades con la autoridad. En otras palabras, cada casa está a su vez divida en fases de expansión y contracción, por lo cual psicológicamente, no es suficiente para la correcta interpretación que el PE esté pasando por una casa sino también es importante el lugar exacta por donde transita.
Tema básico de cada casa
- Casa 1, de 0 – 5 años. Fase de formación del yo.
- Casa 2, de 6 a 11 años. Fase de creación del propio espacio vital y de la propia esfera de posesiones.
- Casa 3, de 12 a 17 años. Fase de aprendizaje y de formación.
- Casa 4, de 18 a 23 años. Fase de emancipación del hogar paterno.
- Casa 5, de 24 a 29 años. Fase de experimentación y de prueba de uno mismo.
- Casa 6, de 30 a 35 años. Fase de superación de la existencia y búsqueda de un espacio en el mercado.
- Casa 7, de 36 a 41 años. Fase de inclinación al tu. Problemas de pareja. Relaciones intensas.
- Casa 8, de 42 a 47 años. Fase de transformación, procesos de muerte y renacimiento.
- Casa 9, de 48 a 53 años. Fase de formación de una filosofía de vida propia.
- Casa 10, de 54 a 59 años. Fase de autoridad y de individuación.
- Casa 11, de 60 a 65 años. Fase de relaciones libremente elegidas. Amigos.
- Casa 12, de 66 a 71 años. Fase de interiorización o de aislamiento.
A los 72 años empieza el recorrido por la carta natal de nuevo.
Bibliografía: «El Reloj de la Vida», Bruno y Louise Huber. 2003, API-ediciones, España S. L.