Piscis
BAJO EL SIGNO DE PISCIS
Cruz Mutable
Temperamento AguaCasas 6/12
Eje de la ExistenciaTemática:
La existencia espiritual
rente a la existencia físicaRegente Exotérico:
Júpiter y Neptuno
Regente Esotérico: PlutónPensamiento Semilla:
Abandono el hogar del Padre
y al regresar, salvo
Básicamente Piscis se asocia a la entrega, que nos une y nos conduce a unificarnos con la fuente primordial, de la que alguna vez partimos… es decir, el “hogar del padre”.
Como en todos los signos duales, se trata de integrar dos aspectos del ser humano. Uno de los peces de su símbolo representa el alma y el otro la personalidad; o el espíritu y la forma (materia). En Piscis se encuentran el ser humano y el cosmos, el principio y el fin, la vida y la muerte. Ambos peces están unidos por una cuerda, el hilo de la vida, que se corta cuando dejamos la manifestación corporal.
Cuando el alma se encarna se convierte en prisionera de la materia, y luego de la conversión interna, la personalidad se convierte en prisionera del alma.
En Piscis no nos interesamos por el trabajo ni por mantener el orden de una vida segura como en el signo opuesto Virgo: aquí anhelamos una vida libre de las necesidades terrenas. No desarrollamos ningún tipo de dureza en nuestra personalidad y no sentimos ninguna necesidad de imponer nuestro yo, lo único que queremos es ayudar y comprender a nuestro prójimo. Pero como nuestra sociedad no aprecia en general, estas características, la consecuencia es que se suele abusar de Piscis.
Piscis no está muy bien equipado para la lucha por la existencia, generalmente se queda en segundo plano y vive bastante reprimido. Los conflictos e imposiciones le resultan tremendamente desagradables, y fácilmente caen en estados de ánimo depresivos. Anhelan un país “donde se hable su idioma” y estar con quienes los comprendan profundamente. La mayor parte de las veces existe un enorme abismo entre su mundo ideal y la realidad que viven, esos ideales que consideran sagrados, suelen ser pisoteados impunemente por sus congéneres quienes los hacen sufrir mediante la difamación e incomprensión. Piscis suele caer en la temática víctima versus victimario (puede ser ambos).
Piscis aspira a borrar la realidad objetiva y darle otro significado. Puede buscar cosas fuera de lo común o tiende a interpretar la vida dándole otro sentido a la realidad. En su forma extrema puede convertir su vida en una gran mentira, su problemática básica es encontrar la forma de unir el espíritu a la materia. Una parte de Piscis quiere entregarse y sumergirse en el Gran Todo, sabe instintivamente que allí se encontrará (otra vez) a sí mismo, mientras que la otra parte quiere experimentar la individualidad en su forma más elevada, pero le da terror quedarse solo.
Sabemos que toda consciencia individual debe aprender a soportar el aislamiento y la soledad.
Con frecuencia Piscis se encuentra en situaciones que carecen de límites, y siempre existe allí el peligro que las fuerzas de disolución aumenten en exceso, a esas fuerzas Freud las llamó “impulsos de muerte”. Si efectivamente esas fuerzas impulsivas gobernadas por la muerte crecen en demasía, se desencadena una lucha por la existencia, que en el mejor de los casos puede despertar la vida de un modo diferente, luego de haber derrotado lo viejo. De aquí las asociaciones con las enfermedades (físicas y psíquicas) y vicios diversos.
La solución para Piscis no está en perderse en el vacío sin límites ni en aislarse en un yo emocional exagerado sino que debe encontrar el centro que le conecta con el mundo trascendental. Irremediablemente para Piscis el único camino parece ser la espiritualidad.