Luna Llena de Cáncer
Con los ojos semi cerrados, aquietamos la respiración, nos hacemos conscientes de nuestro cuerpo, nuestras emociones y pensamientos… observo los pensamientos que me rodean… pero yo permanezco libre en mi centro… miro mis pensamientos como si fueran niños jugando…
Entro en la región en la que reside mi ser interior… el verdadero yo… el alma… visualizo un sol blanco y resplandeciente detrás de mí… entonces emito un OM inaudible y proyecto luz… amor… comprensión hacia la personalidad integrada…
Dejo que mi foco de consciencia descienda lentamente… dentro de mi cabeza… internamente… va bajando como un foco de luz… las mandíbulas… el cuello… la parte superior del pecho… y ahí descansa un rato… y sigue bajando… hasta el abdomen… allí… en mi centro encuentro tranquilidad y paz… continúo bajando… como si fuera un pozo…
Penetro en las fuentes de mi ser más profundo… en el seno materno… en mi propia fuente… aquí siento una seguridad y una protección completa… puedo sentir el pulso de la vida… estoy en unión con el origen de toda vida… una paz profunda llena mi interior…
Lentamente salgo del seno materno… pero manteniendo firmemente la unión con la fuente y el agua de la vida… veo una luz en mi interior, en la base de mi columna… que como un hilo dorado se eleva… emitiendo un sonido suave… atravesando la pelvis sube lentamente por mi columna… lentamente… hasta que llega a la coronilla… y se desliza por encima hacia mi frente… justo hasta el punto ajna… entre ambos ojos… al inicio de la nariz… en el sexto chakra… donde descansa el yo… y medito en la frase:
“Construyo una casa iluminada y allí moro”
Seguimos concentrados en el punto del ajna… entre las cejas… y empiezo a sentir calor en ese sitio… donde aparece un pequeño punto blanco… que después se abre… en dos pétalos blanco-azulado de una flor de loto… la luz irradia desde mi frente… fluye por mis sienes… haciéndose cada vez mayor… acaba formando un aura blanca y luminosa… rodeando mi cuerpo…
Un gran campo de luz envuelve a todos quienes meditamos en esta luna llena… ese campo de luz… empieza a girar… haciéndose cada vez más grande… y como una espiral… va creando un sendero de luz hacia arriba… hasta la fuente donde habita el amor de Dios…
Así… recibimos las energías cósmicas del signo de Cáncer… y las bajamos conjuntamente por el sendero de luz… hacia la humanidad… y dejamos que esa corriente de luz… amor… voluntad creativa… fluya hacia la consciencia de los seres humanos y se extienda por toda la humanidad… dejando que estas fuerzas espirituales penetren… en todos los ámbitos de nuestra vida planetaria… para producir efectos… en los asuntos del mundo… en todo lugar y en todo momento… y recitamos La Gran Invocación.