Luna Llena de Géminis
Con los ojos semi cerrados, aquietamos la respiración, nos hacemos conscientes de nuestro cuerpo, nuestras emociones y pensamientos…
Me libero de todo los pensamientos que me rodean… y reúno todas mis fuerzas… penetrando profundamente en mi interior… elevo mi consciencia al punto más alto de mi cabeza… en el punto central del cerebro… emito un OM inaudible y exhalo luz… comprensión… y amor… hacia mi personalidad integrada…
Detrás de mí… imagino un sol radiante… dorado… que se expande y penetra mi personalidad…envolviéndome completamente… e incluyéndome en su luz…y me digo…
“Reconozco mi otro yo y, en el menguante de ese yo, crezco y resplandezco”
Nos hacemos receptivos… junto con todos los que meditamos en este instante… receptivos a las energías cósmicas de Géminis… vemos un sendero de luz que se extiende… hasta la fuente en que reside el amor de Dios… nos sentimos englobados en su amor… el Sol se hace más y más grande… lentamente levantamos las manos como si alzáramos una gran copa… y recitamos:
“Oh, Tú en quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, la fuerza que renueva todas las cosas, dirige el destino de la humanidad hacia lo mejor, conmueve en todas partes los corazones de los humanos para que se abran al espíritu del amos, de la hermandad y de la responsabilidad mutua.
Que la buena voluntad sea el móvil de todas alas acciones y que el reino de la paz se restablezca en la Tierra.
Que el amor de la Vida Una afluya a nuestros corazones a través de nuestro grupo y a todo el mundo.”
… y dejamos que las cargas de la humanidad descansen en nosotros… las recibimos y elevamos sobre nuestras cabezas y pedimos ayuda… imaginamos, sentimos o visualizamos que esas cargas son absorbidas por la Madre Tierra para ser recicladas…
Finalizamos recitando La Gran Invocación.