Sagitario

BAJO EL SIGNO DE SAGITARIO

En Escorpio descubrimos que el “pequeño yo” construido con tanto sacrificio y abnegación, debe ser desmantelado y transformado, no somos tan importantes como creíamos y tampoco somos inmortales. Al renacer sin artificios, la mente se aclara y podemos expandir nuestra visión. Dejamos atrás las reglas del colectivo y desarrollamos un pensamiento independiente.
En Sagitario tenemos la oportunidad de liberarnos de los límites auto-impuestos y expandir nuestra mente de modo de tomar la distancia necesaria y vernos a nosotros mismos, el diario vivir y nuestros problemas en la perspectiva apropiada.
La flecha de Sagitario indica simultáneamente el acto de apuntar y disparar, es decir el pensamiento orientado conscientemente hacia una meta. Sagitario siempre persigue nuevas metas y nuevas verdades, allá en algún lugar de la lejanía, seguramente desconocido y quizás nunca explorado.
Sagitario es conocido por su franqueza u honestidad. En realidad cuando Sagitario reconoce “una verdad” le cuesta guardársela, y normalmente, sin ninguna mala intención, la expresa al entorno sin preocuparle si ello es o no apropiado. Este comportamiento suele causarle algunas dificultades, porque no a todo el mundo le interesa enterarse de “ciertas verdades”. A medida de su desarrollo, Sagitario aprende la lección del silencio, mediante el control del pensamiento. Sin embargo antes de que esa ansiada madurez aflore, no resulta difícil encontrarse con un Sagitario algo arrogante y seguro de tener siempre la razón. El vicio de este nativo puede ser la demagogia, que según Wikipedia, es definida como una estrategia política que consiste en apelar a emociones (sentimientos, amores, odios, miedos, deseos) para ganar el apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica y la propaganda.
Sagitario es conocido por su retórica, y su entusiasmo, y es muy capaz de adornar y disfrazar sus verdaderas intenciones, que por lo general consisten en convencer al mundo de sólo él (o ella) tiene la razón; le cuesta muchísimo admitir sus errores y equivocaciones…
Durante el tiempo de Sagitario, maduramos y tenemos la oportunidad de aprender la restricción de la palabra a través del control del pensamiento. Controlar el pensamiento significa también oír la voz del silencio, escondida en el centro del corazón, la cual nos da un sentido de orientación que nos permite encontrar el camino en medio de cualquier estado de cosas, por desordenado y poblado que se encuentre. Estamos haciendo referencia a la intuición. El camino correcto es el que nos conduce a nuestro verdadero “yo”.
Siempre hay “algo” que intranquiliza a Sagitario, que no le permite quedarse en un solo sitio, siempre en busca de aquello que es excitante, nuevo, diferente, siempre en busca de la libertad y queriendo deshacer vínculos, y creando nuevos. Lanza sus flechas y en el camino de su búsqueda, encuentra nuevos horizontes, nuevas personas, nuevos intereses; y mientras su verdad con minúscula no sea amenazada, se adapta y se muestra agradable, de vez en cuando “mete la pata” pero su simpatía lo salva. La Tierra (su regente esotérico) se encarga de bajar a Sagitario a la realidad una y otra vez, de modo que permite que sus pensamientos propios se afiancen, desarrolle su inteligencia –y no su intelecto – y se transforme en el “maestro” que aspira a ser.

Veo la meta, la alcanzo, y entonces veo otra meta.